lunes, 18 de julio de 2011

Enciclopedia de los Seres de Milos el Viajero - Voladores Parte 3

Mantícora

La mantícora es un ser monstruoso con cuerpo de león, alas de murciélago y cabeza humana.

 Se trata de una criatura no demasiado inteligente pero muy fiera y poderosa. Su cabeza es la de un ser humano, con barba, densa cabellera leonina y una dentadura muy afilada. Las alas son las de un enorme murciélago y el resto de su cuerpo es el de un león gigante excepto la cola, cuya parte final está rematada por un aguijón muy parecido al del escorpión y con púas venenosas. Puede medir unos 5 metros de largo y hasta 3 de alto.

Es un ser carnívoro y tiene preferencia por la carne humana. Cuando tiene necesidad de comer ataca a sus víctimas soltando las púas de su cola que actúan como dardos venenosos. Una vez debilitada la víctima es fácil que sea atrapada por las afiladas garras de la mantícora, que intentará siempre permanecer en el aire para recibir los mínimos daños.

Estas criaturas abarcan territorios muy extensos de unos 50 kilómetros, normalmente bosques. Se emparejan de por vida y cuidan de su descendencia. Los cachorros de mantícora no pueden volar hasta que se hacen adultos. Un cachorro puede ser adiestrado con mucho esfuerzo pero nada garantiza que al ser adulto obedezca, de hecho, una mantícora no permite ser usada como montura.

Las mantícoras son seres malvados que, a menudo, se asocian con otros seres perversos para obtener una mutua protección.


Pegaso

Un pegaso es un corcel alado de naturaleza mágica, inteligente, bondadoso y salvaje.

Se trata de una criatura muy tímida que sólo puede ser domada por jinetes de buen corazón. Los pegasos detectan el mal innatamente y no servirán a quien intente domarlos con fines malvados.

Tienen la forma y el tamaño de un caballo árabe y unas enormes alas emplumadas. Suelen ser blancos, aunque también se conocen pegasos marrones y hay rumores de pegasos negros. Independientemente de su color, todos los pegasos son seres afables y nobles.



A pesar de los intentos que muchos hicieron por domar al mágico Pegaso, sólo unos pocos lo han conseguido. Pegaso cuenta con el rayo y el trueno como símbolos de su poder.

Se dice que existe una raza superior de corceles alados llamada “Grandes Pegasos”, y son aquéllos que nacen del cuello de una medusa decapitada. Éstos son más fuertes y su tamaño es mayor. Suelen ser líderes de las hordas de pegasos y sólo pueden ser domados por los héroes más nobles.

Los grifos son los enemigos naturales de los pegasos. Cuando se enfrenta a un grifo, el pegaso aprovecha su mayor velocidad en el vuelo para cansarle y distraerle. Si se enfrenta a un dragón, intenta atraerlo a lugares de difícil acceso para que el dragón no pueda seguirle fácilmente y, así, aprovechar este tiempo para atacar en picado con los cascos y con los dientes.


Quimera

La quimera es un ser monstruoso de origen oscuro, híbrido entre un león, un macho cabrío y un dragón.

 La parte delantera es la de un león de color tostado y de gran tamaño. La parte posterior es la de un enorme macho cabrío de color negro. Tiene también unas gigantescas alas de dragón, que suelen ser negras o rojas. Tiene 3 cabezas; una de dragón, otra de león y la tercera de macho cabrío.

La quimera puede comunicarse en el lenguaje mágico de los dragones, aunque no se para a hablar con criaturas a las que considera inferiores.
Tiene características de los seres de los que está compuesta. Su hábitat dependerá de la parte dominante de la quimera ya que la parte de dragón tiene preferencia por vivir individualmente, pero su parte de león prefiere las manadas.

Normalmente se alimenta de la carne de los animales que caza pero, en época de escasez, sobrevive gracias a su cabeza de cabra, que puede alimentarse de hierbas en los prados.

Este ser es extremadamente peligroso durante un combate puesto que sus garras de león pueden desgarrar a cualquier hombre de un solo barrido. Puede utilizar también la cabeza y los cuernos de cabra para morder y golpear. Pero es su cabeza de dragón la más temida de las tres, sobre todo cuando lanza un cono de fuego.
Le gusta acumular tesoros, posiblemente por su parte de dragón, sin ningún otro fin que hacer montañas con ellos. Aprovecha las monedas de los hombres, elfos y demás humanoides a los que ataca y mata para formar sus montañas doradas y plateadas.

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