martes, 3 de mayo de 2011

Enciclopedia de los Seres de Milos el Viajero - Anexo 2

Dragones benévolos

Dragón dorado
El dragón dorado es un ser muy poderoso, sabio y de buen corazón que odia las injusticias.


Nos encontramos, posiblemente, ante uno de los seres más inteligentes y poderosos.

Su intelecto es muy superior al de los humanos y pocos seres cuentan con sus características. Estos dragones pueden llegar a medir hasta 50 metros. Tienen unas escamas con motas de color metálico que con el paso de los años se vuelven totalmente doradas.

Tienen la capacidad de respirar agua y de polimorfizarse, además pueden lanzar conjuros para detectar mentiras así como traer suerte y bendecir. Su aliento puede ser un cono de fuego o una nube de cloro venenosa.

El hábitat de estos dragones es muy amplio y pueden sobrevivir en cualquier clima. Sus guaridas están aisladas y hechas de piedras y roca. También pueden vivir en castillos, que son custodiados por gigantes de las tormentas. Estos gigantes y los dragones dorados se ayudan mutuamente.


Dragón plateado
Los majestuosos dragones plateados son, junto con los dorados, los dragones más benevolentes.

Son muy amistosos y colaboradores, no suelen ser violentos y evitan el combate en la medida de lo posible. Tienen unas escamas plateadas muy flexibles que le dan un aspecto metálico.

Su aspecto plateado le hace casi invisible entre las nubes, lo que le da una gran ventaja en combates aéreos.

Su poderoso aliento puede ser un cono de frío o una nube de gas paralizante. Pero un dragón plateado posee además la capacidad de lanzar conjuros como el de caminar por las nubes, crear muros de hielo, controlar el clima e invertir la gravedad. Éste último lo suele usar para lanzar a los enemigos al aire.

Habitan en montañas altas, por lo que comparte entorno con los dragones rojos, de los que son enemigos naturales, aunque también pueden formar sus guaridas entre las nubes.


Dragón broncíneo
Sus escamas son muy brillantes, de color bronce, y su tamaño es más que considerable.

Habitan en climas tropicales y lugares de mucha humedad, como los lagos.

Son amistosos con los humanos y semihumanos, a los que les encanta observar. Para hacerlo se transforma en un animal pequeño ya que tienen la capacidad de polimorfizarse.

Su aliento tiene dos formas; la de rayo eléctrico y la de nube de gas de repulsión. Además, los dragones broncíneos pueden lanzar conjuros para polimorfizarse, crear comida, crear un muro de niebla y controlar el clima.

Aunque sus guaridas son secas, suelen estar situadas cerca de los lagos y de la humedad. Son excelentes nadadores y les encanta bucear para buscar perlas y tesoros. Son también amistosos con otros seres marinos como sirenas, delfines y elfos de mar, aunque no lo son con los piratas, de hecho, los dragones broncíneos destrozan barcos piratas en cuanto tienen oportunidad.


Dragón ocre
Estos dragones son propios de climas muy cálidos, como desiertos y llanuras.

Son inmunes al calor y al fuego. Sus escamas son de un color ocre y con los años se hacen claras hasta que llegan ser del mismo color que la arena del desierto. Son bastante más pequeños que los dragones dorados, pero su tamaño también es considerable.

Su aliento puede ser un cono de gas de sueño o una nube de calor. El calor es tan fuerte que puede ser ampollante. Sus conjuros son capaces de crear o destruir agua, controlar la temperatura, controlar los vientos e incluso invocar a un Djinn.

Son sociables con otros dragones ocres vecinos y con las esfinges, sin embargo, son enemigos naturales de los dragones azules, con los que comparten el desierto.


Dragón cobrizo
Los dragones cobrizos destacan por su especial sentido del humor.


Cuentan chistes constantemente y les encanta oír nuevos acertijos.

Tienen un tamaño grande y una inteligencia bastante desarrollada. Sus escamas son de un tono rojo cobrizo y con los años se van volviendo verdosas.

Durante un combate, saltan de un lado a otro y cuentan chistes para desconcertar al enemigo y que actúe con nerviosismo. Al saltar les gusta hacerlo en superficies irregulares e inaccesibles, por eso busca rocas puntiagudas y si no las encuentra utiliza el conjuro de mover piedras.

Su aliento puede ser una nube de gas de lentitud o una bocanada de ácido. Los conjuros que utiliza son los de mover tierras, neutralizar venenos y crear un muro de piedra.

El hábitat de estos dragones está entre montañas y colinas. Comparte este espacio con los dragones rojos, con los que se lleva especialmente mal por esta circunstancia.

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